Uno de los hechos más dramáticos de la Guerra del Pacífico. Se desarrolló el 9 y 10 de julio de 1882, al mando del capitán Ignacio Carrera Pinto, donde 77 combatientes chilenos se enfrentaron a una fuerza de varios miles de indios y guerrilleros peruanos

A 26 kilómetros al norte de Huancayo y a 45 de Pucará, se encuentra el pintoresco pueblo de la sierra peruana llamado La Concepción. Aquella localidad, fue fundada por los incas en territorio de los huancas y descubierta por el conquistador español Hernando Pizarro el 8 de diciembre, día en que se celebra la fiesta de la Inmaculada Concepción. Cuando fue ocupado por las fuerzas militares chilenas contaba con unos tres mil habitantes.

Aproximadamente a las 14:30 horas del domingo 9 de julio de 1882, las fuerzas peruanas, al mando del coronel Juan Gastó, aparecieron por los cerros que rodean La Concepción. Al percatarse de ello, el capitán chileno Ignacio Carrera Pinto rápidamente evaluó con sus oficiales el curso de acción. La primera posibilidad que se presentaba sugería emprender una retirada rápida pero ordenada habido cuenta de la imposibilidad de sostener con sólo 77 soldados de infantería armados apenas con fusiles y bayonetas y escasos de munición, un ataque de 300 soldados del ejército regular y 1000 campesinos armados con lanzas y rejones.

La sorpresa fue tal, que en no más de 30 minutos las fuerzas chilenas se vieron obligadas a retroceder hasta el pueblo de Pucará, ubicado a poco menos de un kilómetro y medio de Marcavalle, en dirección a Huancayo. En este proceso los chilenos sufrieron 34 bajas.

El coronel Gastó envía un emisario para plantearle a los chilenos la rendición de acuerdo a las leyes de guerra. Los chilenos rechazan de plano tal posibilidad y se reanuda el combate con la confianza de que pronto llegarán refuerzos para socorrerlos.

El combate se reinició alrededor de las 19:00 horas. Los peruanos continuaron disparando contra el cuartel y avanzaron protegidos por la oscuridad, hasta lograr finalmente llegar al lugar. Los hombres del Chacabuco formaron y armados de gran coraje salieron en grupos a repeler los ataques a la bayoneta, con lo que hicieron retroceder a sus atacantes. Esta secuencia se repitió en varias oportunidades y se prolongó por varias horas y si bien en este proceso los chilenos lograban parcialmente su cometido, es decir alejar a los peruanos de su posición, comenzaron a sufrir bajas en mayor proporción.

Antes de la medianoche ya la mitad de la compañía del Chacabuco había perecido en el combate. Pero los sobrevivientes no desisten batiéndose a balazos, culatazos o cargando a la bayoneta, pero jamás dispuestos a ceder su posición. Fue entonces que los peruanos treparn al cuartel chileno abrieron forados en las paredes de adobe y exponiéndose a una muerte segura treparon sobre el techo de paja para incendiarlo y forzar su evacuación. Carrera Pinto decidió entonces efectuar otra salida con objeto de limpiar nuevamente el perímetro. Al frente de su grupo se abrió paso con los corvos, avanzando por el frente y los costados del cuartel.
Fallece el capitán Ignacio Carrera Pinto de un balazo que le atraviesa el pecho. El mando recayó en el jóven Pérez Canto.

Esta es la bandera original del Combate de La Concepción y se encuentra en el Museo de la Escuela Militar.Cuando amanece, Pérez Canto se vio obligado a efectuar una nueva y suicida incursión fuera del cuartel. Peleó hasta donde le dieron las fuerzas y sucumbió finalmente con los hombres que lo acompañaron, todos víctimas de su arrojo.