Las vitaminas son un grupo de moléculas orgánicas que participan en la regulación de los procesos fisiológicos que ocurren en el organismo. Por lo general no pueden ser sintetizadas por nuestras células, por lo
que deben ser ingeridas en los alimentos.
Algunas vitaminas están disueltas en las grasas y en los aceites animales y vegetales, y son denominadas vitaminas liposolubles (vitaminas A. D, E y K). Las vitaminas que se disuelven en agua son llamadas vitaminas hidrosolubles y corresponden a las vitaminas del complejo B y vitamina D. Cada uno de los distintos tipos de vitaminas se encuentra en determinados alimentos y cumplen una o varias funciones.
Las vitaminas son requeridas en cantidades muy pequeñas por nuestro organismo, sin embargo, si su ingesta es inferior a la cantidad necesaria, se pueden producir graves problemas de salud, debido a que los procesos en los que participan no pueden llevarse a cabo correctamente. La avitaminosis es una enfermedad producida por la falta de vitaminas en el organismo.
Por otro lado, el exceso de vitaminas o hipervitaminosis también puede ser peligroso. En el caso de las vitaminas hidrosolubles, el exceso puede eliminarse por la orina. En cambio, la sobredosis de vitaminas liposolubles tiene efectos tóxicos, debido a que tienden a almacenarse y acumularse en las células, especialmente en el hígado.